Cierro los ojos, estás ahí...
escultura
girante,
abro mis ojos,
te vas desvaneciendo lentamente,
humo volátil,
desgarrando
el equilibrio de un universo,
desafiando la estabilidad,
cual columpio que segrega herido
la hiel de
nuestra inconsciencia.
No sirves de nada al aire,
te pintas
ligero
cual si no fueras parte de la materia en la que coexisto,
sin ti, contigo, ausente,
insistiendo
en escapar... yo contigo.
Olor a podredumbre,
vulgar como
el momento único puede serlo,
ausente, sin equilibrio, en otra dimensión,
intentando
volar hacia algún sitio desconocido,
hacia donde no mora tu cuerpo,
hacia donde moran tus sentidos.
Persecución
vana,
vano juicio,
aviento mi aliento hacia el viento,
hacia lo inerte,
lejos de aquí,
lejos de ti,
opuesto,
opuesto a tu equilibrio...
Claudia Patricia